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martes, 6 de marzo de 2012

Mariposas muertas


Que es la vida más que un barco que navega a la deriva, o las lagrimas el recipiente de algo que nunca se olvida. El motivo de la escritura aun sigue siendo un misterio, solo es tinta que se agota mientras vacia el cerebro.
 Las flores amarillas nunca viven hasta enero, otro enero que recuerda que el tiempo no pasa lento. Una canción que motiva, o una foto que me anima llenan las horas vacias de todo lo que conservo.

Y otra vez, a respirar, sin pensar en el desvan donde hoy encierro, a un alma que solo sabe traficar con ceniceros, alma que me desnuda, alma que me repite desde dentro que el silencio es el arma principal de los entierros
Mudo es el nudo que me atrapa la garganta y miento, sonriendo al conocer cada duna del desierto, y hablo, sin poder hacer sonar una palabra y ando, homenajo al tiempo de los más necesitados
 las tazas de café no son más que el recipiente de unas bocas que no hablaban, ojos que ya no se miraban y lagrimas que se vierten, por el recuerdo inminente del día que supe mi suerte, y las mariposas dieron al estomago su muerte.

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