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miércoles, 26 de septiembre de 2012

25S. Perdiendo el rumbo.

Ya he leído todas las portadas de los periódicos, he visto todos los vídeos de Youtube, he observado todas las fotos y he leído todos los comentarios de las redes sociales. Pero lo más importante es que estuve allí, y toda esta información que se publica hoy son los hechos vistos desde los ojos de los demás. Es de mis ojos de quien me fío, de mi raciocinio y mi sentido de la justicia.
Ayer, 25 de Septiembre de 2012 será un día recordado en la historia madrileña por todos los que oímos los gritos de rabia y de miedo cerca de nuestros oídos, vimos la violencia con nuestros ojos, o sentimos el picor de una porra contra nuestro cuerpo. Fue el día en el que la corrupción de las cortes se tiño de un color rojo sangre, y el deseo por un mundo más justo se vio apaciguado con una pelota de goma. 
El estado utiliza muchas herramientas para conservar su puesto y a sus dirigentes. El miedo es la más recurrida, y una forma de hacerlo correr es mediante la violencia. Una de las máquina que mueve este miedo es el cuerpo de antidisturbios que ayer tan poco profesional se comportó. Dicen que defienden al pueblo y al ciudadano, pero cargan contra él. Primero, radicales montando disturbios con capuchas y banderas rojas y negras que resultaron ser policías secretas y ayudaron a detener gente. Luego, acosos y malos tratos a los reporteros gráficos que tomaban imágenes, palizas, linchamientos, agentes sin identificación, abusos, y finalmente el hombre que quedo paraplégico de un porrazo. Varios agentes entraron a última hora en la estación de Atocha golpeando a manifestantes y usuarios indistintamente. 
Detenidos y heridos son solo hoy números para los medios. "La ultra izquierda", "radicales", "golpe a la democracia", "golpe bajo a la marca España", y comparaciones con el 23-F son algunos de los titulares que he leído en la prensa de derechas. Nunca la manipulación de la información había sido tan clara. Los violentos somos nosotros, los que exigimos justicia. Y he de decir que desde nuestro bando fueron lanzados latas, botellas, piedras y todo lo que podía estar a mano, y lo justifico. No puedo quedarme sentado viendo como golpean a mis compañeros. Nuestro enemigo es el estado corrupto representando con el congreso, y la barrera policial su arma. Hay que pasarla por encima. No es la violencia gratuita y los disturbios lo que defiendo. 
Ayer se cometió una injusticia, y no puede quedar impune. 



Imágenes que muestran las primeras cargas policiales sobre las 19:00



Abusos cometidos en la estación de Atocha contra los reporteros gráficos


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