Mentir para salvarte es otra de las causas por las que no somos cien por cien sinceros. En casos extremos, una falacia puede salvarte de muchos problemas, y por lo tanto, ahorrarte ser consecuente. Pero entonces, cuando decides ser sincero, todo lo que vendrá de frente serán palos si has mentido anteriormente. Por ello, si se empieza no se para, y es un circulo vicioso que nunca puede terminar y ya lo dice el refranero: se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
La mentira siempre será la peor salida. Al contar una mentira, automáticamente, toda la vida se convierte en una falsedad para aquel que descubre la verdad. Un mentiroso es aquel que miente constantemente, pero para el conocedor de la realidad lo será todo aquel que haya mentido a partir de una sola una vez. Todo lo que has hecho, todo lo que has dicho, todo lo que has sido, todo es mentira de repente. Entonces, la gravedad de la patraña sustituye cualquier acto benigno que haya ocurrido en el pasado. Olvidamos toda la verdad para sustituirla por la última mentira. Además, cualquier mentira tiene la misma gravedad para la persona afectada. Aunque no defienda a los mentirosos, no creo que sea lo mismo mentir para ahorrar sufrimiento que el que engaña a un pais entero.
Conclusión: En el poker puedes tener un As escondido en la manga, y el de enfrente una pistola.
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