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martes, 24 de mayo de 2011

El tiempo

El tiempo tiene una desventaja; que pasa. Momentos que pueden resultar únicos se acaban. Todo aquello que deseas que nunca termine, tarde o temprano llega a su fin. El tiempo mata a la vida, a lo que no está vivo o hasta al propio tiempo. Es un suicidio constante que no para de chorrear sangre. Muchas veces quieres destruirlo, o pararlo ya que en eso se basa el tiempo, pero no puedes. A veces incluso lo piensas tan profundamente que llegas a intentarlo, pero acabas dándote cuenta de que has perdido el tiempo, nunca mejor dicho. Las rocas de los acantilado creen que son las olas quienes las desgastan, pero en realidad es el tiempo el que vuelve, y vuelve, y vuelve, quitando cada vez un pequeño grano de la dura piedra, y lo arroja al mar. Una flor solo tiene que esperar unas semanas para que el tiempo la fulmine... o una semilla para que nazca lo que el tiempo convertirá en un gigantesco almendro.
No soy de los que sueñan con ser inmortal, pero si con manejar el tiempo hasta que llegue la muerte. Poder pararlo, pausarlo, acelerarlo según me apetezca. Creo que podría aprovechar más mi vida, alargando aquellos momentos más interesantes, y viendo como pasan fugazmente los malos momentos.
El tiempo también tiene una ventaja; que pasa.

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