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viernes, 22 de julio de 2011

El barrio

Le doy la espalda al rey, y empiezo a callejear. Estreched, hace rato que no pasa un coche, y se agradece. El ruido constante siempre estará, pero a lo lejos. Distraído, no ando, solo muevo los pies, uno después del otro. Esa calle me llama la atención; una pared grande de ladrillos que han visto caballeros de capa y espada, milicianos y putas. Soldados que se aventuraban cada vez que doblaban una esquina, o atravesaban las sombras que había entre farolillo y farolillo. Rojizos, como la sangre que habrá sido derramada no muy lejos de aquí. Cuestas adoquinadas, con piedras que conocen bien tanto el traqueteo de los carros, como el roce del neumático, amigas de las pezuñas de los caballos ahora echan de menos aquellos tiempos menos pesados. Balcones que han visto a amantes cantando a las damas que se emocionaban sobre ellos, y que después, han aguantado cuerdas atadas a ellos para que el amor pudiera cerrarse. Bajo la cuesta. Calle Segovia, el acueducto queda a mi derecha. Llego a una plaza ancha ocupada en su mayoría por las terrazas de los bares que las rodean, pero me apetece más meterme por una calle colindante. Es estrecha, y al fondo hay una pared de una iglesia y una torre de campanario, es perfecta, y nunca la había visto antes. Empiezan a aparecer las corralas, algunas ajardinadas, otras con fría piedra aguantando lluvia, sol y deseando ver las estrellas cuando la luz no lo impide. Unos azulejos dan nombre a una calle:"Calle de la pasa", junto con un dibujo de unas uvas. Una taverna vasca, un hombre cuidando la entrada a su tienda y una pareja agarrada de la mano. Empiezo a descender otra vez. Se multiplican los ancianos en las puertas de las tiendas de antigüedades. Acento argentino, un hombre con una guitarra, el aire está cargado de algo de falsedad bohemia, y algún artista sincero. El teatro, el mercado y tiendas de chinos, y por supuesto, la croquetería (32 tipos de croquetas!!). Quiero llegar a la paralela. Esta calle no es tan triste el resto de los días que no son domingo. A mi me gusta. Sustituimos los cascos militares por sacos de dormir. Ya he llegado a Fotocasión.

¿Y tu dónde vives? Vivo en La Latina.
(algún día)

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