Me veo perdido y solo, como Atocha sin ni un tren,
como el Retiro sin domingos, Deboth sin atardecer.
Se torció el camino y me quede como La Latina sin músicos,
como Chueca sin plumas, o Dos de Mayo sin niños.
Melancólico y vacío, como Montera sin esquinas,
San Mateo sin botellas, Savatini sin caricias.
Absurdo y distraído, como Arenal sin violín,
Descalzas sin punkis, Malasaña lléndose a dormir.
Y encuentro mi vida rara, como Ópera sin arpa,
como gran vía sin pisadas, la puerta sin Alcalá.
Me da pena y hace frio, como sin tablas Colón,
el Manzanares siempre en obras, o Sol sin revolución.
Me veo vacío y solo, como mi vida sin Madrid.
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